El embarazo del Schnauzer y mucho más el parto, es una situación que pone de los nervios a casi todos. Para que no haya problemas es importante estar informado sobre lo que se debe hacer en cada momento, así todo será mucho más sencillo.
Hay que tener en cuenta que estas recomendaciones son válidas para todas las variedades del Schnauzer.
El embarazo de los perros dura alrededor de 65 días. En los primeros días no es posible notar que la Schnauzer está embarazada, pero a partir del día 19 ya comienza un desarrollo notable. Por lo tanto, alrededor del día 22 es aconsejable realizar la primera ecografía para verificar que todo vaya bien, ya que en ella ya se podrá distinguir la cabeza y el tronco del embrión.
En torno al día 30 de gestación los órganos ya están formados, es hora de ir al veterinario, quien realizará una exploración palpando el abdomen de la perra y se puede determinar el sexo de los cachorros.
A partir de este momento el crecimiento se acelera y es el tiempo donde hay que extremar las precauciones y estar atento de la forma de comportarse de la Schnauzer embarazada, ya que puede desechar los fetos. Si observas que tu perra mancha debes acudir inmediatamente al veterinario para que la examinen.
Unos 15 días antes de que este establecido el plazo, los cachorros ya tienen un aspecto similar al que tendrán en el momento del parto, por eso ya debemos estar preparados. Debemos colocar en una zona familiar y tranquila de la casa, todo lo necesario para el parto del Schnauzer. Dicho espacio debe ser lo suficientemente grande como para que el perro entre estirado junto con sus cachorros. Para preparar la zona puedes utilizar cajas de plástico, con las paredes más bien altas para evitar que los recién nacidos puedan salir de la zona. Lo mejor es forrar la caja de toallas no demasiado grandes, para poder ir retirándolas cuando se manchen. Además de la caja debemos tener preparados más toallas, tijeras, hilo y betadine.
Sabemos que nuestro Schnauzer estará de parto en las próximas horas porque se sentirá desanimada y retraída, y físicamente la temperatura del tacto rectal disminuye.
Al igual que en las personas, la perra comenzará a tener contracciones, al principio es posible que ni te enteres, pero cuando se hagan más fuertes es normal que tiemble, jadee o incluso vomitar y arañar el suelo. Lo normal es que ella misma se dirija hacia la paridera y coloque las toallas para hacer su nido. Esta fase no es inmediata, lo normal es que dure unas 12 horas, pero puede llegar hasta las 24. En este tiempo el dueño no puede hacer nada, tan solo esperar.
Después de la espera, el cuello del útero estará completamente dilatado y comenzará a expulsar los cachorros junto con la placenta. En los partos múltiples se puede ir intercalando la expulsión de la placenta y de los perritos. El tiempo para que nazcan todos es muy variable, puede ser desde unas horas, hasta más de un día. Incluso, hay perras que se toman un descanso, pero este periodo no debe durar más de 6 horas, si es así se debe consultar al veterinario.
Una vez nazca el primer cachorro, si viene con la placenta la perra se lo quitará y comenzará a chuparle para limpiarle y estimular la respiración. Si la madre no lo hace en los primeros minutos debemos hacerlo nosotros colocándolo en una toalla y frotándole con ella. No ocurre nada si la perra se come la placenta, pero no es recomendable. Además, lo normal es que ella misma se ocupe de cortar el cordón umbilical, pero podemos hacerlo nosotros ayudándonos de dos hilos, realizando un nudo en dos partes y cortando por el medio.
Cuando nazcan todos los cachorros, o uno a uno, dependiendo de la perra, comenzarán a amamantar. Es importante no tocar demasiado a los pequeños y dejarlos con su madre, que les cuidará adecuadamente. Lo habitual es que tengas entre 6 y 8 nuevos inquilinos en casa.